miércoles, 26 de septiembre de 2007

Objetivo Sifi Ifni 2007

Objetivo Sidi Ifni 2007

¿Quien no ha escuchado de boca de su padre las historias de la mili?

El mio, como tantos otros niños de la posguerra la hizo en África, en Sidi Ifni mas concretamente, en los años 60 y de pequeño me contaba como habían transcurrido esos meses en un sitio lejano, en un país lejano al cual yo soñaba con ir algún día.

Los años fueron pasando y entre mis mayores aficiones se afincó el offroad, esto me permitió descubrir un maravilloso país como Marruecos y comencé a realizar viajes por él siempre que el tiempo y el dinero me lo permitían y lo siguen haciendo. El caldo de cultivo estaba preparado.......

Después de intentar programar este viaje con mis amigos sin éxito durante varios años, y cruzarse algunos viajes de por medio, por fin este año me planté y decidí lanzarme a lo desconocido en compañía de mi pareja, así empezamos a planear la ruta desde Marrakech, atravesando el Anti Atlas, Oued Drâa hasta su desembocadura y subir costeando por Playa Blanca pasando por Sidi Ifni y Essaouira, para terminar con un día de descanso en Fes.

Hicimos y deshicimos el recorrido varias veces hasta concretar la ruta que más factible nos parecía con los condicionantes de ir solos en un coche y los días que teníamos libres.

Por fin una semana antes de partir todo parecía haber tomado forma, ahora solo quedaba la exasperante espera del día de partida.

Miercoles 5 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Barcelona - Algeciras 1159Km

Por fin suena el despertador !!!, los nervios están a flor de piel, el coche casi cargado del día anterior, desayunamos, ultimamos los detalles y salimos rumbo a la aventura.

Es una sensación rara, entramos en la Ronda Litoral y la caravana es la habitual de cualquier día de trabajo, pero nosotros escapamos de este río de insatisfacciones hacia lo desconocido, hacia la libertad, ha disfrutar de nuestros merecidos días de aventura.

Poco antes de llegar a Castellón paramos a tomar un tentempié y rellenar gasoil. La próxima parada prevista es en Yecla para poder comer con la familia, ha de ser una parada rápida ya que tenemos que dormir en Algeciras y quedan muchos kilómetros por delante.

Después de comer, seguimos rumbo a Algeciras a la cual llegamos a las 22:00h. Tenemos reserva en el hotel Octavio, dejamos el coche en el parking y subimos a descansar a la habitación.

Jueves 6 de Septiembre de 2007 6:30 AM
Algeciras - Tanger - Marrakech (Reencuentro con el pais)
571km

El despertador vuelve a sonar y bajamos a desayunar al comedor del hotel, el desayuno es abundante y de calidad, salimos rápidamente ya que tenemos reserva del Ferry a las 9:00h en Tarifa.

Cuando llegamos el viento es espectacular y ya empieza a haber coches en la cola, nos informamos si se comfirma la salida del Ferry y la respuesta es afirmativa, así que ya estamos rumbo de Africa.


La travesía dura 35 minutos que pasamos realizando los tramites de pasaporte y realizando algunas fotografías.

Al entrar en el puerto de Tanger reconozco el muelle de salida de los Ferrys donde en el 2004 tuvimos el percance, los que estuvieron en "Objetivo Iriki 2004" sabrán a lo que me refiero.

Una vez en la aduana realizamos los tramites de rigor y vuelve a surgir el dichoso problema con mi antiguo coche, para más inri la policía descubre a Mari haciéndome fotos con el papeleo y hay un pequeño problemilla que se soluciona sin más. Minutos después ya estamos dentro de Tanger.

Cargamos gasoil y ponemos rumbo directo a Marrakech por la autopista. Hay que estar atentos, hemos encontrado más radares que nunca, se nota que la policía a descubierto una nueva fuente de financiación...

La autopista es del tipo europeo y no faltan las áreas de servicio donde poder hacer desde un café a una suculenta comida, con lavabos y mezquitas incluidas, el progreso llega a pasos agigantados.

Ya de noche llegamos a caótico Marrakech y nos dirigimos al hotel, no lo conocíamos y nos quedamos agradablemente sorprendidos, tanto por las instalaciones como por la habitación.
Como no estamos convencidos con la forma de cargar el coche, decidimos reorganizar la carga a costa de perder las plazas traseras, así que manos a la obra y en media hora ya teníamos todo mejor organizado, después de esto, cenamos en el comedor del hotel y luego nos fuimos paseando a la Plaza Jemaa el Fna donde estuvimos admirando la populosa vida nocturna, repleta de chiringuitos de todo tipo, cuenta cuentos, filibusteros, músicos y todo lo que puedas imaginar.

Después de un paseo nocturno llegamos de nuevo al hotel y a descansar para el día siguiente.


Viernes 7 de Septiembre de 20076:30 AM
Marrakech - Âït Benhaddou (La Ruta de las Kabahs) 226km

Hoy comienza realmente la aventura.

Bajamos temprano a desayunar y nos vamos del hotel tristes por no haber podido disfrutar de su preciosa piscina. El caótico trafico de Marrakech nos engulle y después de llenar el deposito cogemos la salida Este de la ciudad, el trafico es intenso y lento ayudado por los controles policiales, que observamos mas severos que otros años.
Enseguida nos alejamos de la gran ciudad y cogemos una carretera secundaria, en unos kilómetros estamos atravesando una extensa y solitaria llanura que contrasta con el caos que hemos dejado unos kilómetros antes. Al llegar al primer pueblo paramos a comprar agua y pan para el camino, la carretera enseguida comienza a tomar altura y nos lleva a una gran presa, los paisajes comienzan a sernos agradable y familiares.
Seguimos avanzando por la carretera que en unos kilómetros se torna pista de tierra rojiza, las poblaciones de adobe comienzan a salpicar el paisaje en contraste con el verde de la vegetación que crece en cuanto encuentra humedad.
A los pocos kilómetros nos encontramos con unas maquinas que trabajan arreglando la pista, claramente están preparando el asfalto para crear una carretera, después de unos saludos muy amablemente retiran la maquinaria para que podamos pasar, incluso una excavadora mueve unos montones de tierra que ocupan toda la pista y los aplana para que podamos pasar sin problema. Otros kilómetros más adelante nos encontramos con otra maquina que destroza las paredes de roca para ensanchar la pista, el ritual es el mismo, sin el más mínimo problema nos facilitan el paso.

La pista vuelve a convertirse en asfalto pocos kilómetros antes de llegar a la carretera que une Marrakech con Ouarzazate. Cogemos la carretera en dirección al Tzi´n Tichka 2260mts, una vez atravesado el puerto seguimos la ruta por la pista que nos llevará a Âit Benhaddou.

Al llegar a Telouet nos llama la atención su Kasbha y nos adentramos en el pueblo para poder fotografiarla. Las calles se estrechan y dejamos el coche para seguir a pie, en medio de unas callejuelas nos topamos con la mezquita y una montaña de zapatos y zapatillas de todos los tipos imaginable, es la hora de la oración, muy discretamente sacamos una foto del lugar y seguimos buscando un buen plano para fotografiar la Kasbha.

Al regresar al coche nos topamos con los hombre del pueblo que salen de rezar.

Paramos a comer en el Albergue de Telouet y estrenamos el primer Tajin de ternera del viaje. Proseguimos ruta por la pista encajada en la roca que va siguiendo el curso del Oued y en pocas horas llegamos a Äït Benhaddou con tiempo suficiente de ver la puesta de sol sobre la Kasbha desde la piscina del hotel, un espectáculo que ya conocemos pero que no por eso deja de sorprendernos.

Seguidamente subimos a la habitación que esta vez es en la parte nueva del hotel, solo tienen tres habitaciones ocupadas y el conserje muy amablemente nos cede una de mayor categoría a la reservada. Después de refrescarnos bajamos a cenar y nos sentamos en la misma mesa que ocupamos en el 2004 con todos nuestros amigos, no podemos por menos que recordar con anhelo aquella noche, la cena se compuso de Tajin de ternera, tortilla bereber y naranja con canela, ahora sí estamos en "Nuestro Marruecos". Después de la cena nos relajamos en la terraza de la habitación con un precioso cielo estrellado como techo y a dormir.

Sábado 8 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Âït Benhaddou - Talouine 209km

Nos levantamos temprano para poder fotografiar de nuevo la Kasbha pero esta vez con las primeras luces del alba, aprovechamos para recorrer las instalaciones del hotel y desayunar en la piscina, es el último hotel conocido y no sabemos donde dormiremos esta noche.

Salimos dirección Ouarzazate y al llegar a la carretera principal cogemos dirección Oeste, hacemos un par de paradas para comprar un pañuelo con el que poder protegernos del sol, pero no tenemos éxito. Paramos a cargar el deposito y en unos kilómetros comenzamos las primeras pistas desconocidas por completo para nosotros, a partir de ahora el recorrido es totalmente inédito y eso hace que tengamos una sensación un tanto especial.

En seguida llegamos a las minas de Tazoult, la pista las cruza por en medio, todo se ha vuelto negro de repente y es una estampa singular el ver el Cherokee en ese terreno, a lo pocos kilómetros entramos en una pista montañosa con el terreno de origen volcánico que nos recuerda al Jbel Shagro, llevamos todo el camino el acantilado de un oued a la izquierda, en ocasiones la pista se torna estrecha y solo permite el paso de un solo vehículo.

Hacia media mañana empezamos a buscar una sombra donde para a comer algo, la cosa está difícil, en estos parajes los únicos árboles se encuentran en el cauce del oued y eso está muchos metros por debajo nuestro.
Al llegar a un pueblo decidimos coger la pista pedregosa que sube hacia la montaña y pronto encontramos un hueco en la roca por donde hace poco ha caído agua, es el sitio elegido para comer, tenemos sombra y los restos de humedad hacen que se esté fresco.


Cuando terminamos el tentempié seguimos la pista en dirección a unas imponentes montañas que se elevan imponentes e insalvables, se trata de la base de la cara Sur del Jbel Toubkal, con sus 4.167 metros, es la cima más alta de África del Norte.

Nuestra pista muere en una mas ancha y de grava que parece será asfaltada en breve, la cogemos dirección Sur. En poco kilómetros llegamos al desvío que inicia la subida al lago Ifni, decidimos no desviarnos ya que no sabemos como es el camino que nos queda por delante y el día ya está muy avanzado.

Al poco rato entramos en una pequeña población que se encuentra con día de mercado, paramos a chafardear, nos sentimos observado por todo el mundo ya que somos los únicos europeos y en estas poblaciones no es muy habitual ver a forasteros paseando. El mercado es muy curioso para nosotros, los puestecillos de todo tipo ocupan el suelo la calle principal, se vende de todo, desde animales vivos hasta cintas de cassette, nos lo pasamos en grande obsevándo y siendo observados.

Seguimos ruta y nos sorprende ver a un niño de no mas de diez años a lomos de su burro con dos cabras vivas atadas por las patas dentro de las alforjas, o a las mujeres acarreando inmensos atillos de leña a sus espaldas, aqui la vida es dura en comparación con las comodidades occidentales.

Seguimos y encontramos desprendimientos en la pista que ha sido limpiada lo justo para el paso de un vehículo. Unos kilómetros más adelante la pista se corta por un desprendimiento mayor, las maquinas trabajan para romper las enormes rocas de varias toneladas de peso que interrumpen el paso. Nos desvían por el cauce del río para salvar la pista y no encontramos a un camión atrapado en el lecho de grava, una excavadora lo empuja con la pala para liberarlo y debemos esperar.

Después de una pequeña confusión debido al desvío en el río, retomamos la ruta programada y comenzamos un fuerte ascenso, no estamos seguros de si podremos pasar, la pista se dibuja zigzageante en la ladera de la montaña como si estuviese pintada, debido a la fuerte subida y a lo estrecho del camino debo engranar la reductora, al fin conseguimos atravesar la montaña y llegamos a su punto más alto a los 2200mts donde una antena de comunicaciones vigilada domina un paisaje asombroso donde solo se ven cumbres de montañas hasta donde alcanza la vista.
Iniciamos la bajada y tras atravesar varios pueblos retomamos el asfalto que nos acercará a Talouine. La tarde se nos hecha encima y la carretera desciende rapidamente, hay que estar atento a la conducción ya que el desnivel es muy fuerte y la luz a esas horas empieza a escasear.


Llegamos de noche a Talouine, enseguida encontramos el albergue y cogemos habitación. El sitio es sencillo pero acogedor, nos reciben amablemente y enseguida nos preparan la cena. Ensalada, brochetas de cordero a la brasa y melón de postre.

Coincidimos con una pareja de Franceses que también viajan solos en un Gran Cherokee y algunos italianos que hacen turismo, enseguida caemos rendidos, ha sido un día intenso.

Domingo 9 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Talouine - Tata 305km

Madrugamos como de costumbre para aprovechar las horas de luz, volvemos a coincidir con los franceses en el desayuno aunque como es habitual ellos no se muestran muy receptivos en los primeros momentos, debe de ser cosas de su educación.

El desayuno se compone como es habitual de pan con mantequilla, zumo de naranja natural y café aguado con bollos.

La etapa de hoy se realiza integramente por carretera, así que como no estamos por esa labor hablamos con el dueño del albergue y nos aconseja una ruta por pista que comienza pasados 14km de Agadir Melloul.

Salimos y cargamos combustible como es habitual. La carretera que llevamos atraviesa pedregosos páramos en los que no hay ni un solo árbol, las montañas son enormes de roza de origen volcánico. Al llegar a Agadir Melloul empezamos a contabilizar los kilómetros pero no encontramos ninguna entrada a la pista, vemos antiguos tramos de pistas que mueren en en la carretera o el oued que llevamos a la izquierda. Decidimos volver a Agadir Melloul para volver a contabilizar o encontrar alguna indicación, tras varios intentos desistimos y decidimos intentar seguir una pista que vemos al otro lado del oued. Engranamos la reductora y bajamos al pedregoso cauce, hay que vigilar, las piedras son grandes y podemos dañar los bajos de Cherokee. Mari va buscando el paso delante del coche, en la otra orilla del oued, se aprecia una pista poco marcada y que hace tiempo que no es rodada, la vamos siguiendo pero ya vemos que por este sitio no triunfamos, una par de lomas más hacia delante en camino se vuelve trialero y avanzamos muy lentamente. Paramos el coche y seguimos andando para ver si mejora pero decidimos dar media vuelta ya que no está rodado ni se ven signos de que lo halla estado en mucho tiempo.

Volvemos a Agadir Melloul otra vez y hablamos con algunas personas del pueblo sobre la posibilidad de ir a algunos pueblos que les mostramos en el mapa, como es costumbre no se ponen de acuerdo entre ello, así que decidimos marcarnos unos WP nuevos en el GPS y navegar hacia ellos. En principio parece que la cosa va saliendo bien y circulamos hacia un plateau. Al llegar arriba la extensión es brutal, vamos siguiendo el rumbo que nos marca el GPS y el entorno cambia radicalmente con montañas sobervias y estrechas y pedregosas pistas que nos hace subir y bajar continuamente, las cumbres pasan de los 2000mts. Los paisajes nos sobreponen por su inmensidad, estamos atónitos, de repente al fondo del barranco adivinamos un pequeño pueblo en el cauce de un pequeño oued, se trata de Tizgui, la pista que llevamos es la que nos dirige a él, pero todavía debemos bajar toda la montaña, cada metro que avanzamos nos sobrecoje más y el silencio de adueña del interior del coche.

Al llegar a Tizgui lo cruzamos sin ver a nadie por sus estrechas calles, en algunas incluso debemos de hacer maniobras para poder girar. Seguimos la pista y a la salida del pueblo la vemos cortada por un desprendimiento, no podemos seguir hacia delante y no tenemos sitio para dar la vuelta, el coche cabe justo en la pista con un desnivel a nuestra izquierda y la pared a la derecha, a duras penas podemos baja de él. Nos bajamos del coche e intentamos retirar unas rocas para poder pasar, enseguida vienen unos hombres y nos dicen que no se puede continuar. Les insistimos que intentamos llegar a Aninig, pero nos vuelven a decir que solo se puede llegar a pie o en mula, que no es posible con vehículo, así que volvemos marcha atrás con el coche unos metros hasta que nos es posible dar la vuelta en un plano y deshacemos el camino que nos ha traído hasta aquí volviéndonos a admirar con las espectaculares vistas.

Al llegar de nuevo al plateau decidimos intentar otras pistas que nos llevan a otros pueblos sin salida pero ni mucho menos tan preciosos como los anteriores, así que decimos cerrar el bucle y volver a la carretera en Agadir Melloul contentos por la excursión realizada, hasta ese momento la mejor pista que habíamos hecho nunca, estamos realmente sorprendidos.

Ya en la carretera unas horas después llegamos al palmeral de Akka Ihren, allí cogemos el desvío dirección Oeste que nos llevará hasta Tata. Paramos en la carretera para hacer unas fotos a una manada de Dromedarios que estan allí cerca. Seguimos por la carretera y el sol comienza a ponerse, debemos parar unos minutos en el arcén pués con la puesta no podemos ver la carretera y la conducción es peligrosa.

Ya oscureciendo llegamos a Tata y buscamos donde dormir, tras un par de intentos el lugar elegido en Le Relais du Sables. Nos enseñan las habitaciones disponibles y escogemos la que tiene aire acondicionado, en las otras es insoportable estar. Bajamos a cenar y nos encontramos con los franceses de Talouine, esta vez se muestran más amigables y cambiamos impresiones sobre la ruta del día, a ellos les ha pasado lo mismo pero por el margen izquierdo del oued, la ventaja es que iban siguiendo un rutometro, pero si no fuese por eso se hubieran dado la vuelta ya que casi todo el camino es fuera de pista con grandes piedras y el avance era muy lento. Despues de la cena a descansar.


Lunes 10 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Tata - Assa - Oued Drâa - Tantan Plage 526km (dos dias)

A la mañana siguiente volvemos a coincidir con los franceses que esta vez son mucho más amigables, cambiamos impresiones sobre la ruta que haremos hoy. Ellos se dirigen a Taroudant en dos dias y nosotros al Oued Drâa. Al ir al coche veo que una rueda delantera está perdiendo aire, así que después del desyuno nos dirigimos al pueblo a repara el pinchazo, se trata de un pincho de alguna planta. Compramos pan, agua y el anisado pañuelo para Mari y partimos rumbo a Akka y Assa.

Llegamos a Assa a la hora de la comida por lo que decimos adelantar unos kilometros la etapa del día siguiente. Así que llenamos el deposito, llenamos el jerrycan y buscamos el unico hotel de la ciudad para poder comer. Se trata del hotel Nitdaros, después de dar multiples vueltas, damos con él pero está cerrado, así que alli mismo a la sombra del edificio sacamos nuestras viandas y preparamos un picnic.

Después de la comida emprendemos la ruta hacia la entrada al Oued, la tensión en el coche es evidente, esta etapa nos impone, son 250km por el oued de un rio que no sabemos como nos lo vamos a encontrar, todo depende de las lluvias anteriores, no sabemos el tipo de terreno que es, así que el silencio se apodera de nuevo del interior del Cherokee. Los kilometros van bajando en el GPS dirección al punto de entrada. A los cero metros vemos la pista, cogemos aire y dejamos la carrtera, delante nuestro se alza una pared infranqueable menos por un paso, a él nos dirigimos, una vez pasado, delante nuestro la pista baja hacia el oued, el paisaje es sobrecogedor la otra orilla del oued no se puede ver salvo por la montaña que tenemos enfrente que delimita el cauce, uno, dos, tres kilometros de ancho, no sabría decir, es impresionante.

En seguida entramos en una zona de chotts que semanas atrás han llevado agua, el suelo se compone de barro cocido y cuarteado por el sol formad
o millones de baldosas de un centimetro de espesor que se van rompiendo al paso del coche, seguimos roderas que intentan esquivar el barro y vamos subiendo y bajando pedregosas lomas.

La pista va entrando y saliendo continuamente del barro cocido, unas veces circula por él y otras se eleva hacia las lomas para volver a bajar inmediatamente, nos cruzamos con algunos rebaños de camellos que nos miran impasibles y podemos hacercarnos a ellos sorprendentemente.

De vez en cuando cruzamos algún pedregoso oued que borra el camino y debemos buscar a pie por donde seguir.

La tarde comienza a caer y decidimos buscar un sitio donde acampar. Lo encontramos en el cauce de un pequeño oued que tiene un pozo y unos árboles que nos proporcionan cobijo.

Ya con los ultimos rayos de sol terminamos de montar el campamento y nos ponemos manos a la obra con la cena, hoy macarrones a la boloñesa, todo un manjar en medio de ningún sitio. Al olor de la comida y la luz del camping gas vienen todo tipo de insectos del desierto a por su parte del festín.

Martes 11 de Septiembre de 2007 6:00 AM

Oued Drâa - Tantan Plage

Nos levantamos con las primera luces del alba, la noche no ha estado mal, pero ha sido algo incomoda por el aire y el frio. Recogemos rapidamente y realizamos una sesión de fotos aprovechando la luz de estas horas. Preparamos el desayuno, cargamos el coche y seguimos con nuestra ruta.

En seguida llegamos a la zona de las casas trogloditas, pequeños albergues medio excavados en la ladera de una loma que proporcionan cobijo de las inclemencias del tiempo, nos hacemos unas fotos y seguimos camino. La siguiente para es un antiguo cementerio musulmán en bastante buen estado. Los ánimos están altos, hemos superado la incertidumbre del día anterior, vemos que el terreno no es dificil de recorrer y aunque sin bajar la guardia todo transcurre normalmente.
De pronto vemos que lo que antes eran chotts secos empiezan a convertirse en canales de agua con fondo de barro, esto nos obliga a buscar muy lentamente el paso seco, tenido muchas veces que subirnos por las pedregosas laderas de las lomas con cierta inclinación.
Llegamos a un punto al que no le vemos la salida, delante nuestro los canales de agua se multiplican impidiendo el paso, la montaña es muy pedregosa y con afilidas rocas que amenazan con rajar los neumaticos y la opción de cambiar de orilla del rio la desechamos depués de observar en una pequeña excursión a pie que la cosa se complica más si cabe.

Vemos a un pastor y le preguntamos por las alternativas, nos responde que no hay que hay que seguir por la roca, así que dicho y hecho ponemos reductora una vez más y Mari me va guiando para sortear las afiladas piedras. Pasamos sin dificultad el paso y circulamos por el margen elevado del rio, empezamos a encontrar grandes grietas insalvables que nos hacen cambiar continuamente de dirección, desde luego este tramo con agua sería imposible, pero vamos teniendo suerte y vamos avanzando.

De repente encontramos a un bereber con su mula, paramos y comfirmamos la ruta, nos dice que sigamos pero manteniendonos por fuera del cauce, montamos en el coche y seguimos unas rodadas de moto por lo que parece una planicie de barro seco pero de repente el coche se hunde en el fango hasta quedar empanzado. Intento salir marcha atrás con la reductora puesta pero los diferenciales han quedado debajo de una mezcla de barro y arena y el coche no se mueve ni un milimetro, está claro que tendremos que sacar las planchas y las palas, pero para colmo de nuestros males la cerradura del maletero se ha estropeado y este no se abre, no podemos sacar las planchas que estan al fondo del todo debajo de las dos ruedas de recambio, solo consigo acceder a la pala.

La situación es complicada pero mantenemos la calma, estamos a unas cuatro horas en coche de cualquier carretera, en un paraje poco transitado por vehículos, no es una ruta habitual, así que la ayuda externa no es posible, a favor tenemos bastantes horas de sol todavía, agua y comida suficientes y material de acampada, así que la situación no es mala.

Antes de darme cuenta el bereber al que habíamos preguntado un par de minutos antes viene cargado con una enorme piedra plana para colocarla debajo de la rueda trasera del coche, ha visto en todo momento como nos metíamos en la boca del lobo. La solidaridad de la gente es admirable y envidiable. Vamos colocando piedras en las ruedas y hacemos varios intentos, son inútiles. Decidimos sacar el gato del coche pero en lugar de levantar el coche, éste se hunde en el barro incluso calzado con piedras, está claro que tendremos que palear debajo del coche para liberarlo del fango, así que manos a la obra.

Con una pala de obra y una de camping articulada que vamos combinando en forma de “chopo”, vamos los tres paleando por todo el contorno del coche. Cada vez que alguno de nosotros logra liberar alguna pieza del coche enterrada en el barro es una alegría que nos acerca lentamente a su liberación, la barra de dirección, alguna parte del tubo de escape, parte del deposito,ejes, etc…

Durante unas dos horas, vamos trabajando, el sol no es muy fuerte afortunadamente y en ocasiones corre cierta brisa, conforme vamos sacando barro y arena ésta se va secando por el calor y eso facilita el trabajo, aunque las palas las debemos ir limpiando de vez en cuando ya que la mezcla se pega a ellas como el cemento.

Cuando creemos que el hueco es suficiente, volvemos a hacer otro intento y hurra!!!!!, el Cheroke vuelve a caminar¡!!!!, lo saco marcha atrás hasta fuera del chott y lo vuelvo a subir a una zona segura, la alegria es inmensa.

Empezamos a preparar unos bocadillos que nos zampamos en un santiamen, así como unos frutos secos y unos zumos. Mari rebusca en su bolsa uno de los pantalones de aventura que traía para dar y se los regalamos a nuestro amigo, que menos podemos hacer después de todo lo que nos ha ayudado.

Reemprendemos la marcha con nuestro coche y nuestro amigo con su mula, a no más de cincuenta metros de la enganchada la pista sale de nuevo del oued, Mari va caminando delante revisando el suelo, nuestro amigo nos marca el desvío y por un instante el Cherokee se vuelve a hundir en el barro, pero con un poco de gas se salva la situación, el Bereber y yo nos miramos a los ojos y sonreimos, Mari va unos metros por delante y no se ha percatado del incidente.

Ya estamos fuera, la pista nos aleja por unos kilómetros del cauce para rodear una montaña…

Más adelante la pista vuelve a llevarnos al cauce del Oued, esta vez hay un vadeo y algo de arena antes de llegar a él,el agua es turbia y con cierto caudal con lo que no se puede adivinar el fonfo, paramos el coche, ya hemos tenido bastantes aventuras por hoy y empieza a ser tarde y todavía quedan muchos kilometros para llegar a Tata. Bajamos del coche y buscamos otro paso para el vadeo pero no lo encontramos, está claro que es por ahí, la pista sigue en la otra orilla, pero el caudal que lleva nos hace dudar de pasarlo. Decidimos retroceder y buscar alguna pista que nos lleve hacia el Oeste para encontrar otro paso, pero las montañas se cierran con el cauce del río y no hay salida, miramos el mapa, miramos el reloj y decidimos rendirnos el Drâa nos ha vencido, optamos por retroceder nuestros pasos he intentar encontrar la pista que nos acerque a la carretera que une Assa con Aouinet Torkoz, perderemos un día pero nos quedará la experiencia vivida.

En cuanto damos la vuelta vemos a una pareja de Bereberes con su mula, paramos a saludar y les preguntamos por si conocen algún paso al otro lado, evidentemente ellos solo hablan árabe, así que la comunicación es gestual. El hombre insiste en el paso por el que venimos nosotros, yo le insisto en que por ahí no es posible, el vuelve a insistir, Mari entiende que quiere enseñarnos el paso, así que se baja del coche y se monta él, Mari se queda con la mujer y la mula y yo me voy con él a averiguar por donde me sugiere pasar. Vamos repitiendo exactamente el camino por el que venimos, llegamos al vadeo y me dice que es por ahí, le vuelvo a repetir que el cauce es profundo y aunque el fondo es pedregoso no me atrevo con un coche solo, él insiste hasta el punto de bajarse de coche, descalzarse, remangarse los pantalones y cruzar al otro lado, el agua le llega por las rodillas, vuelve y con un gesto de “¿ves como no pasa nada pardillo?” me deja atónito, no puedo por más que pasar, así que de nuevo se monta en el coche y cruzamos al otro lado, el agua llega por encima del parachoques pero no tenemos problema en cruzar, volvemos al otro lado del río a buscar a las mujeres, en seguida las vemos, le comento a Mari que hemos cruzado por el vadeo y que podemos continuar ruta, la alegría es inmesa, regalamos los segundos pantalones del día, esto es increíble, sólo hemos tenido dos problemas y en los dos han estado las únicas personas que hemos encontrado por estas inhóspitas tierras , ¿dónde esta el truco?.

Una vez al otro lado, sigue la arena mezclada con piedras pero ya sin complicación. Unos kilómetros mas tarde la pista ya no presenta ninguna complicación, es un pedergal pero bien marcada por la roderas de los Santana del antiguo ejército español, así que podemos subir un poco el ritmo.

Llegamos a una bifurcación esperada, debemos decidir si seguimos por la pista del Oeste o bien bajamos por la Sur dirección a M´sied, ésta es más larga pero por lo que vemos en el mapa creemos que más rápida. En ese momento llega un Santana con dos hombres, lo paramos y confirmamos nuestra sospechas, o eso creemos, así que cogemos dirección M’sied. Enseguida encontramos un lago seco muy semejante al Iriki, las rodadas se entrecruzan, subimos el ritmo pero con cuidado, circulamos así durante 25 km, nos cruzamos con algunos Santanas más, en algunos puntos la pista se vuelve de arena y debemos bajar el ritmo, ya de noche llegamos a M’sied y cogemos carretera y llegamos a Tantan Plage.

Nos dirigimos directamente al Hotel Ville Oceàn. Al llegar nos dicen que no tienen habitaciones libres pero que si queremos tienen un hueco para montar la tienda. La idea no me seduce, el día ha sido intenso y quiero una cama, entonces nos proponen ir a un Hotel conocido, dicho y hecho nos montamos en su ranchera y nos dirigimos al hotel, cuando llegamos está cerrado, así que volvemos al Ville Oceàn con idea de cenar y mirar si encontramos más opciones.

La cena se compone de una espectacular Lubina a la brasa acompañada de arroz y queso con El dueño del hotel viene durante la cena y nos comenta que no logra contactar con el otro hotel, que como en dos días empieza el Ramadán seguramente ya no abran. Nos ofrece que vayamos al hotel que está justo al lado pero que miremos las sábanas por si no están limpias, me parece que esta noche hacemos vivac.

Quedamos con él para desayunar en su Hotel al día siguiente y para comentar con él la ruta del dia, se trata de un gran conocedor de la zona. Queremos cruzar Playa Blanca e intentar llegar lo más cerca de Sidi Ifni.

En la mesa de enfrente hay unos españoles que van hacia Tarfaya, al terminar la cena entablamos conversación y nos dicen que ellos duermen en un Camping en construcción que tiene Bungalows, seguimos teniendo suerte. Terminamos la cena y nos dirigimos al camping, las instalaciones dejan mucho que desear pero por lo menos tenemos una cama, unas ventanas sin cristales, un aseo en la habitación, una ducha sin mampara y un lavabo sin espejo, ¿Qué mas se puede pedir?

Declinamos la invitación de los españoles de vaciar una botella de Whisky y nos vamos a dormir, después de una ducha


Miércoles 12 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Tantan Plage – Fort Bou Jerif 207KM.

Nos levantamos con una espesa neblina a causa de la humedad del cercano Océano Atlántico y un increíble olor a pescado fresco. El maletero definitivamente no se abre, así que comenzamos a vaciar el coche por la puerta del conductor, saco dos planchas y la pala y las coloco en la vaca (gato escaldado del agua huye), intento abrir el maletero desde dentro pero no es posible, así que volvemos a cargar el coche.

Vamos a desayunar al Ville Oceàn, el trato de los dueños en todo momento es exquisito, es una pena que solo dispongan de cuatro habitaciones. Mientras desayunamos comentamos con el dueño la ruta del día, él se

dedica a hacer excursiones con los turistas y conoce a la perfección el terreno.

Sobre el mapa nos da las indicaciones pertinentes, casi todo coincide con la ruta que llevamos programada, nos facilita el horario de las mareas y nos desea buena suerte.

Repetimos el ritual de comprar agua, pan y llenar combustible y partimos hacia la aventura.



Al principio nos cuesta encontrar la pista correcta con las indicaciones que nos han dado en el Ville Oceàn, vamos navegando por multiples pistas ayudados solo de la intuición. Nos damos cuenta que así no podemos seguir y decidimos navegar hacia la ruta que llevamos en nuestro GPS. El terreno es una enorme hamada que combina los tramos arenosos con pequeñas dunas con pistas de piedra.
Una vez en la pista correcta, seguimos rumbo al vadeo del Drâa, cuando llegamos nos damos cuenta que compartíamos plenamente la opición del dueño del Ville Oceàn, el paisaje es asombroso, un enorme y verde vergel lleno de vida en mitad del desierto, vemos grandes y azuladas aves y no podemos por menos que parar el motor para disfrutar a tope de lo que tenemos delante de los ojos, el Drâa se abre paso en el desierto con un más que generoso caudal en los ultimos kilómetros antes de morir en el Océano.

Llegamos al vadeo, se vé perfectamente factible, Mari se baja y lo cruza andando para verficar el fondo y hacer un par de fotos.

Al cruzar el vadeo subimos a una enorme explanada y la pista se torna pedregosa y de firme duro en dirección Oeste.


Al poco tiempo por fin llegamos al Océano Atlántico, las vistas son impresionantes, el cauce actual del Drâa parece irrisorio con lo que un día fue a juzgar por los márgenes de sus orillas, imaginarse todo ese espacio lleno de agua y vida es sencillamente fantástico.

El desierto se derrumba en forma de acantilado a los pies del intratable Océano como siendo el perdedor en una lucha de titanes.

Paramos a dejarnos enamorar ante tal espectáculo y dejamos correr la imaginación, sencillamente no somos nada ante tal inmensidad, el día es soleado con una ligera brisa, delante nuestro la inmensidad del Océano, detrás nuestro la inmensidad del desierto. Es demasiado para los sentidos.
Seguimos ruta en dirección Norte, a partir de ahora siempre será así, al Oeste el Océano al Este el desierto y al Norte el comienzo del regreso.

Comenzamos a entrar una zona de tiro del ejercito de aviación Marroquí, no vemos cartel alguno que impida nuestro paso, la pista es dura con muchas zonas rocosas, es una hamada que carece de belleza a no ser por el contraste del Océano y por los acantilados que de vez en cuando nos dejan admirar su altura y ver como la espuma del mar choca contra la roca.
Vamos llegando a una zona donde esos acantilados con más benévolos y permiten que pequeños grupos de pescadores puedan acceder andando por empinados barrancos hasta la orilla para poder pescar.

La Lubina es el pescado estrella de esta zona minimamente explotada.

La dorada, las gambas y los mejillones son los restos malolientes pudriéndose al sol que encontramos al acercarnos a uno de los refugios de un pescador con el que conversamos durante unos minutos para informarnos de su modo de vida.

Seguimos rumbo Norte y empezamos a encontrarnos con algunas pequeñas dunas y pasos arenosos sin complicación pero que obligan a elegir la trazada y afrontarlo con algo de gas para no quedar atrapados. Otra vez el contraste de algunas dunas de tamaño respetable con el Océano de fondo hace que sigamos ensimismados, no en vano es la primera vez que estamos frente al Océano viajando por Marruecos. Seguimos encontrando pequeños grupos de chabolas de pescadores construidas con los más variopintos materiales y cubiertas con una red de pesca para consolidar el conjunto y evitar que las inclemencias del tiempo las destruyan.



Por fin llegamos a uno de los puntos esperados, el carro de combate.

La ultima foto que vimos era del año 2001 y estaba todo entero, ahora le falta la torreta entera con el cañón incluido, nos preguntamos que ha pasado y quien han desvalijado semejante chatarra.





Al fondo ya podemos ver el fuerte Aoreora, los nervios se van incrementando, debemos decidir si hacemos o no Playa Blanca.
Al principio nos pasamos el punto de entrada fascinados por la mole de arena que encauza el Oued Aoreora, cuando nos damos cuenta deshacemos el camino andado y regresamos al punto entrada para bajar a Playa Blanca, recordamos el consejo de Norbert “Baja andando y comprueba el estado del oued y la playa, si bajas con el coche no podrás volver a subir esa pista de arena”, como la experiencia es un grado hacemos caso de los expertos, paramos el coche, cogemos una botella de agua y comenzamos a bajar andando la pista de arena hacia el oued, la verdad es que no se veía tan complicada, pero tampoco se veía complicado el Chott del Oued Drâa.., su trabajo tendría que tener subirla eso sí, pero de ahí a ser imposible…, seguro que alguien la ha subido.
Cuando llegamos al Oued Aoreora comprobamos que el suelo es de fango con una fina capa de arena que lo cubre, la mole de arena que encabeza el oued es impresionante, es grande de verdad, es diferente al Erg Chebbi pero igual o más impresionante, ahora comenzamos a entender un poco mejor los consejos de Norbert.




Vemos que tenemos rodadas hacia el Este y hacia el Oeste, escogemos esta ultima dirección que es la que se dirige a la playa, después de andar un buen rato comprobando el estado del Oued llegamos a la orilla, otra vez quedamos hechizados, miramos al Norte y solo se ve playa, kilómetros y kilómetros que se pierden en el horizonte bajo una tenue neblina y lo mismo si miramos hacia el Sur, bandadas de gaviotas que comen crustáceos y pescan aprovechando la marea baja.

Hace una hora y media que ha sido la marea más alta, el tiempo empieza a jugar en contra nuestra, se ven claramente las rodadas de vehículos que entran y salen de la playa, hay tres terrenos claramente diferenciados.

La arena que hay a los pies del Oued, seca de color amarillo y más elevada que la playa, una franja que delimita el nivel de la marea con un color más oscuro y húmeda de textura más blanda donde se hunden nuestros pies y la arena negra donde rompen las olas en este momento que presenta un firme duro.

Las dudas en este momento son muchas, por un lado tenemos ganas de recorrer la playa, por otro está el miedo de quedarnos enganchados y perder el coche.

Mari se dedica a hacer fotos, está segura de que no vamos a recorrer la playa y que vamos a continuar por la pista, ella pone la cordura y la lógica en esta difícil decisión.

Yo en cambio no hago más que mirar y remirar la arena, las posibles trazadas, por donde puedo pasar, donde nos podemos quedar, aquí no hay segundas oportunidades, quedan cuatro horas y media para la siguiente marea, el recorrido es de 28km hasta la única salida de la playa y todavía tenemos que volver al coche, no hay demasiado tiempo y este juega en contra nuestra Yo pongo el corazón, no he venido hasta aquí para irme sin recorrer Playa Blanca si veo la oportunidad de hacerlo y la estoy viendo.

Discutimos la situación, cada uno intenta convencer al otro exponiendo sus conclusiones, comenzamos a volver hacia el coche y subimos por el acantilado donde los pescadores tienen sus refugios, tardamos una hora en hacer toda la excursión a pie.

Llegamos al coche y es la hora de la verdad, Mari sigue con la idea de seguir por la pista, yo sigo intentando convencerla de que es posible hacerla. En un momento ella dice las palabras mágicas.

- “¿estas dispuesto realmente a perder el coche?”

- “Mari, estoy dispuesto a perderlo, pero creo que se puede hacer, no hemos llegado hasta aquí para irnos por la pista, hay muchas rodadas, creo que lo podemos hacer, es una experiencia única y en solitario”

- “Venga pues, vamos a bajar presiones”

- “Esa es mi chica ¡!!!!!”

Sacamos el manómetro y vamos bajando presiones de las ruedas, la cabeza empieza a bullir en mil incógnitas y miedos.

Arrancamos, engranamos la reductora y comenzamos a bajar por la pista de arena camino del Oued Aoreora. No tiene ninguna complicación, claro de bajada, de subida la cosa cambia segurísimo. Cuando llegamos al fondo nos dirigimos hacia la playa, miramos escrupulosamente todas las trazadas, una vez en la playa seguimos unas rodadas que van hacia la arena amarilla y comenzamos a hundirnos, la adrenalina dentro del coche comienza a subir y los gritos también, intento ir hacia la orilla en busca de la arena dura pero la franja de arena húmeda nos lo impide, nada más entrar en ella el coche se hunde mucho más, son momentos de mucha tensión, no sabemos que hacer, no dejo de acelerar ni un segundo, dos pescadores que hay en la orilla de la playa nos indican que vaya hacia ellos, pero no podemos, nos hundimos en esa arena negra y húmeda, en un segundo enfilo el coche hacia la arena seca y paramos el coche.


Los nervios están a flor de piel, estamos seguros en la arena seca, la marea no creemos que llegue hasta ahí, por otro lado debemos llegar a la orilla para poder circular por el firme más duro pero esa franja de arena mojada está demasiado blanda, en esos momentos pienso “Dani tío, la has cagado”, recuerdo las palabras leídas en algún foro “Ya conozco a dos tíos que han perdido el coche en Playa Blanca”, pero debemos salir de ahí, se tiene que poder hacer si no, no habrían rodadas. Paramos un momento para recobrar la calma, hay que serenarse es la única manera de afrontar los problemas.

Nos montamos de nuevo en el coche, ponemos la calefacción a tope para evitar en los posible un calentón del coche y arrancamos. Todavía no se ni como enfilo el coche hacia la arena húmeda es ahora o nunca , este se hunde nada más entrar en ella, acelero más y noto como el coche vuelve a pisar más en firme, lo hemos cruzado!!!!, nos dirigimos hasta la orilla, ahora se trata de saber leer el terreno como nos aconsejó Norbert, vamos circulando bien, el silencio del coche es espectral roto solo por el zumbido del motor, tengo fijado el GPS en el punto de salida y mis ojos no hacen más que mirar como bajan los kilómetros, ¿pero bajan?, no se mueven, miro la velocidad, las revoluciones, la temperatura, la arena, el agua, el barro, vuelvo a mirar el GPS, son momentos de mucha tensión, lo estamos pasando mal, vamos atravesando enormes grupos de gaviotas a las que obligamos a volar, intento circular lo más pegado a la orilla pero intentando adivinar el paso para no quedarnos encerrados por el agua en alguna parte, es difícil adivinar los pasos, es una sensación contradictoria, contra más hacia el agua circulas más dura es la arena, pero más agua hay y por lo tanto más peligro, el cerebro no es capaz de procesar tantos datos contradictorios a la vez, los nervios están a flor de piel, los kilómetros bajan lentamente, pongo cuarta y veo que el coche responde bien, de vez en cuando el coche se hunde por unos instantes al cruzar alguna parte de arena más blanda, en esos momentos se corta la respiración pero avanzamos sin problemas, pongo la quinta, funciona perfectamente.

Empiezo a pensar que sin reductora iríamos bien y mucho más rápidos pero la idea de pararme y quedarme empanzado en la misma orilla me hace desistir de inmediato.

El paisaje es alucinante, estamos circulando por la orilla de una playa en completa soledad, es una experiencia única para nosotros, voy probando de pisar distintos terrenos y por ahora todo sale perfectamente, empezamos a relajarnos un poco de los nervios iniciales, pero la tensión sigue en el aire, de repente veo una lengua de agua a mi nuestra derecha, giro hacia la izquierda y parece que nos vamos de cabeza al mar, de repente aparecen unas grietas transversales llenas de agua, las cruzamos y el agua salpica todo el coche y nos deja sin visibilidad, acciono el limpiaparabrisas, por unos instantes nos hemos quedado sin visión, a nuestra izquierda el Océano a nuestra derecha una pequeña laguna que se ha formado por la subida de la marea, solo esperamos que esto tenga salida si no estamos listos. Seguimos circulando por la arena y de nuevo volvemos a tener arena a nuestra derecha.

De repente Mari me grita que hay unos coches por la arena seca dirección a Aoreora, giro la cabeza unos instantes y veo un Vitara, un Discovery, un Cherokee, un Mitsubishi y otro coche que no distingo y que nos saludan, nos quedamos atónitos, le pregunto a Mari si ve alguna pista pero no sabe que responder, ellos van mas altos que nosotros y no se distingue nada, empezamos a discutir la idea de ir hacia la arena seca, si ellos circulan por ahí nosotros también podremos.

En ese momento empiezo a ver la desembocadura de un oued cargado del agua que nos corta el paso, se trata del Oued Boussafen, no puede ser, faltan cinco kilómetros para la salida y nos han dicho que solo hay una, pero esa cantidad de agua que baja y se junta con el mar no la podemos cruzar, conforme nos vamos acercando me voy fijando en las orillas del oued, son imposibles de salvar son demasiado altas y cada vemos más agua, le digo a Mari que nos largamos de aquí y acto seguido giro todo el volante a la derecha, volvemos a pasar por la arena húmeda, el coche vuelve a hundirse por unos momentos pero conseguimos llegar a la arena seca, paramos, bajo corriendo del coche y me voy a buscar un paso, es del todo imposible cruzar eso, pero por lo menos el coche está a salvo.

Vemos unas cabañas de pescadores y un grupo de mujeres y niños y distinguimos una pista en la montaña al otro lado del Oued, le preguntamos a las mujeres si es posible el paso con el coche mas hacía dentro y nos responden que sí.
Salimos de la arena y seguimos unas rodadas que se convierten en una pista, paramos el coche, salimos y nos abrazamos entre lagrimas de emoción, nervios, angustia, mil sensaciones a la vez, hemos cruzado Playa Blanca en solitario por la orilla, lo hemos conseguido, lo hemos pasado mal pero lo hemos conseguido, ha sido una locura, si, pero lo hemos hecho!!!!!.
Sin perder tiempo sacamos el compresor, el manómetro y nos disponemos a hinchar las ruedas. Yo voy inflando las ruedas mientras Mari comprueba la presión con el manómetro. Una vez hinchadas y ya mucho más tranquilos vadeamos el Oued Boussafen y empezamos a buscar el albergue que nos aconsejó Norbert, no lo encontramos por ningún sitio, llegamos a la salida que teníamos que haber cogido para salir de la playa y bajamos hasta ella, volvemos a subir y seguimos buscando, al final no damos con él y desistimos.
Seguimos nuestra ruta para intentar llegar a Fort Bou Jerfi, nos han comentado que se puede dormir allí, el sol empieza a caer, miramos los mapas y calculamos que llegaremos de noche, no podemos hacer otra cosa, la zona en la que estamos nos es buena para acampar, además después de lo que acabamos de hacer tenemos una buena carga de moral, así que no hay de que preocuparse.

El terreno se vuelve montañoso y cruzamos mil pistas pedregosas, ya ha oscurecido por completo, nos vamos orientando bien y los kilómetros van bajando en el GPS, lleganos a una playa sin salida y con una casa en la misma playa, damos la vuelta y vemos a un hombre mayor que sale de ella, paramos y le preguntamos en francés por donde se va a Fort Bou Jerif, muy amablemente nos da las explicaciones, en un momentode la conversación suelta una palabra en castellano, le preguntamos si habla castellano y nos reponde, pues claro soy de Ifni!!, ostras mi padre hizo la mili en Ifni!!!, no me digas mi padre fue sargento en Ifni, podeis pasar la noche en mi casa, no hay problema, sería un honor para mí, estas pistas son muy dificiles por la noche y es facil perderse, le agradecemos la invitación pero preferimos seguir adelante, no obstante marcamos el punto por si nos perdemos y prometemos volver en ese caso.

Seguimos camino y un poco más adelante noto como pinchamos una rueda trasera.
Vaya, menuda gracia, el maletero sigue sin abrirse, ya veremos si sale la rueda de recambio por la puerta del conductor, sacamos los focos y empezamos a desmontar el equipaje, la rueda sale sin problemas, bueno desmontando medio coche, cambiamos la rueda y seguimos la ruta.
Estamos a 400 metros de Fort Bou Jerif y no se ve nada, empezamos a pensar que al final de todo tendremos que montar la tienda para dormir, de repente y después de una subida vemos las luces del fuerte, la alegria nos invade, entramos y preguntanos si podemos pasar la noche, la respuesta es afirmativa y nos ofrecen todas las posibilidades que tienen.

Cogemos un bungalow, nos instalamos y después de una merecida ducha nos vamos a cenar una suculenta cena a base de ensalada y brochetas de cordero que nos saben a gloria.
Ha sido el día más intenso con diferencia y la mejor experiencia que hemos tenido, hemos triunfado en Playa Blanca!!!!!.


Jueves 13 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Fort Bou Jerfi – Tamri 278km Hoy llegaremos a Sidi Ifni.

Nos levantamos contentos, hay una ligera neblina producida por el rocio, ahora podemos ver bien las instalaciones de Fort Bou Jerif, la verdad es que el sitio está de lujo, no es barato, pero tiene muchas posibilidades y el servicio es bueno. Tomamos un potente desayuno y me voy a repasar el coche.

Me doy cuenta que las ruedas están demasiado bajas, cojo el manómetro y veo que están a 1.5 bar, ahora entiendo el pinchazo de anoche, con los nervios a la salida de Playa Blanca, Marí se confundió de escala y repasó todas las ruedas a 2.5 PSI osea 1.5 Bar, así que con lo cargado que va el coche y lo pedregosas que eran las pistas que cogimos de noche todavía tenemos que dar gracias de haber pinchado una sola rueda.

Vuelvo a sacar el compresor y repaso todas las ruedas, de mientras Mari va recogiendo el equipage. Hacemos una sesión de fotos por el Fuerte y nos despedimos.
A la salida de Fort Bou Jerif pasamos por alguna ruinas de cuarteles militares abandonados y derruidos, cruzamos el Oued Assaka, en 25 km mas o menos llegamos a la carretera que nos conducirá hasta Sidi Ifni.





Unos kilometros antes de llegar nos detenemos en el famoso barco varado Zhara, nos desviamos a la playa y hacemos una buena sesión de fotos.





Seguimos ruta y por fín llegamos a Sidi Ifni. La primera impresión es penosa, entramos atravesando un basurero que está en medio de la carretera, el olor es nauseabundo. Casi todos los cuarteles de la época española están derruidos, los únicos que se mantienen en funcionamiento son los ocupados por el ejercito Marroquí, el aeropuerto está abandonado y aunque la torre de vigilancia se vé en un estado aceptable, la pista es una enorme alfombra de viejo alquitrán convertido en grava y lleno de agujeros. Damos una vuelta por las calles y pasamos delante del Hotel Suerte Loca, es el momento de llamar a mi padre, llevo dos dias sin dar noticias por casa. Él no se imagina donde estoy, tan solo que hemos vuelto ha hacer otro viaje por Marruecos, como tantas otra veces.

Me descuelga el telefono y cuando le digo por donde andamos, el hombre se queda sin palabras, se emociona, hubiese pagado por ver su cara, no sabe que decir, empieza a ametrallarme con sitios que debería ver, donde estaban los cuarteles, nombres de lugares por los que pasó, etc… sus recuerdos se amontonan en su cabeza y por unos instantes no es capaz de ordenar sus ideas. Acabo de conseguir algo que hace muchos años que anhelaba, me siento bien, ahora todo lo que hagamos es de regalo.
Nos dirigimos a la plaza principal y aparcamos el coche, en seguida se cruza un señor y se dirige a nosotros en castellano, entablamos conversación, él trabaja en el Ayuntamiento, le comento el motivo de nuestra visita y no duda un momento en hacernos de guia. Nos pasea por todo el pueblo, nos lleva a todos los antiguos edificios españoles y nos va contando su historia, nos explica con todo detalle, la historia de las casas, los lugares oficiales, etc…hacemos una sesión de fotos por todos los rincones, es una sensación especial estar en los lugares donde 40 años antes mi padre habia estado haciendo la mili, son sitios donde él lo pasó mal apartado de su familia, sitios donde no quería estar, pero que por obligación tenía que estar. Quiero llevarme el mayor numero de fotos para que las pueda ver después de haber pasado tanto tiempo.

Nos despedimos y nos dirigimos al cuartel donde hizo mi padre la mili, antes recorremos la pista de aterrizaje con el coche, después nos dirigimos al Grupo de Tiradores de Ifni Nº1. Es el único cuartel que queda en condiciones, es bastante grande y se encuentra emplazado en una colina en cabeza de playa, hacemos algunas fotos a escondidas de los puestos de control, por un momento parece que nos han pillado con la cámara de fotos, así que nos acercamos al cuerpo de guardia y nos enrollamos con tonterias hasta que nos despedimos y nos largamos.
Cogemos carretera en dirección Agadir, tenemos pensamiento de dormir en algún sitio una vez hayamos cruzado Agadir, no tenemos la más mínima intención de visitarlo, mañana iremos hasta Essaouira desde donde hagamos noche.

Llegamos a Tiznit. Circulamos por la calle principal, ya es mediodia, pasamos por delante de un taller de reparación de neumaticos y paramos a reparar el pinchazo, de nuevo hay desmontar medio coche por la puerta del conductor para poder sacar la rueda, pero la diferencia que ahora es a la luz del día y no tenemos ninguna prisa. El mecánico nos hace una buena reparación y nos cobra 15DHM, estoy contento, es la primera vez que no me siento estafado con este tipo de cosas, vemos que al lado hay un lavado de coches, nos interesamos por ello y nos dice que no hay problema pero que ahora se va a comer, así que acordamos vernos después de comer y nos vamos a buscar algún sitio para comer algo, miramos en la guia y recomiendan el Hotel Restaurante París, así que vamos a buscarlo. Comemos ensalada y pescado frito, de la ensalada debo quitar un gusano por que no me gusta mezclar sabores, el pescado está bien y tienen café expresso, la verdad es que por esta parte del país estamos tomando más café que té a la menta.

Volvemos al lavadero y al entrar veo a dos moteros españoles lavando las motos, me bajo y uno de ellos enseguida me reconoce,

- ¿Dani tio no te acuerdas de mí ?

- Me quedo algo cortado en un principio, soy malo para estas cosas, lo siento hazme memoria por que no caigo..



- Coño soy Trusky!!!




-Joder Trusky ahora sí, disculpa, ¿Cómo está tu mujer del accidente?.




- Bien gracias, ya está bien. Ya sabía que venias por aquí, llevamos un dia de diferencia

haciendo más o menos la misma ruta que vosotros.

- Ostras, pues yo no sabía que veníais.

Seguimos hablando y contando batallitas del viaje, que si el Drâa, que si Playa Blanca, mientras lavan el Cherokee, nos hacemos una fotos y se van, ellos suben directos ya para casa.

Después de casi una hora lavando el coche y petroleando los bajos seguimos dirección a Agadir, los controles se siguen sucediendo, entramos en la ciudad y enseguida buscamos la forma más rápida de atravesarla. Es una ciudad grande, con mucho trafico, con todas las comodidades e incomodidades de cualquier ciudad europea.

Pasados unos 15 kilómetros llegamos al pueblo donde tenemos intención de dormir, pero no logramos encontrar el hostal ni nos gusta el ambiente que hay, ya es de noche y seguimos por la carrtera que va costeando, lo intentamos en un camping pero nos quieren robar descaradamente por la hora que es y la poca oferta de la zona, así que seguimos ruta y llegamos a Tamri. En el control policial le preguntamos al agente si hay algún hotel, nos dice que hay uno a unos 500mts mas adelante, así que nos dirigimos a él. Cuando llegamos en el hotel no hay nadie, solo un vigilante que no habla francés, en seguida llama a un chico y nos entendemos con él. Nos enseña una habitación en la ultima planta por 150 DHM con baño compartido y una especia de apartamento en las plantas de abajo con varias estancias dentro y baño por 300 DHM, como solo se trata de pasar la noche elegimos la de 150 DHM, le voy a pagar y nos comenta que no hay problema que mañana por la mañana y que no me preocupe por el coche que el vigilante está toda la noche allí.

Subimos a la habitación, es muy sencilla y pequeña, el olor a barniz de los muebles delata que son nuevos y aunque molesto se puede soportar. Al deshacer la cama vemos que las almohadas son testimoniales, no hay problema cogemos las nuestras del coche, pero nos damos cuenta de que la sábanas auqnue no están sucias, no las han lavado depués de haberlas utilizado, así que dejamos el colchón pelado y bajo al coche a por nuestras almohadas y sábanas, cuando salgo de la habitación todo está oscuro, localizo el interruptor y bajo los tres pisos que nos separan de la calle, somos los único clientes del hotel, al llegar a la planta baja, salgo al coche y veo al vigilante, cojo los bartulos y vuelvo a subir. Hacemos la cama y Mari necesita un analgésico, “no hay problema amita, el negrito güeno baja otra vez al coche y sube el botiquín”, así que vuelo a salir, enciendo las luces, bajo las escaleras y cuando voy a abrir la puerta de la entrada principal esta está cerrada, miro por todos lados y no puedo abrirla ni hay nadie, me empiezo a mosquear y subo a la habitación, se lo comento a Mari y no le da importancia, se da media vuelta y se pone a dormir, así que ya me ves a mí con un mosqueo del quince sin pegar ojo en toda la noche dándole vueltas a la cabeza. Sobre las 5:00 AM, empiezo a oir ruidos de gente y puertas que se abren y cierran, sigo haciendo cábalas y por la situación y el tipo de habitación, llego a la conclusión de que nos han alquilado una de las habitaciones que utiliza el servicio del hotel.


Viernes 14 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Tamri – Essaouira 144km
Comienzo del Ramadán


Bajamos a desayunar, pagamos y nos vamos. Son la 8:20 AM nos lo tomamos con tranquilidad, esta etapa no presenta dificultad y es bastante corta, circulamos por una carretera secundaria, cogemos la pista que al principio es asfalto y luego se va alterando con pista dura. El terreno es seco, pedregoso, muy parecido a Tarragona, sorprende ver a las cabras subidas por las ramas de los únicos árboles con hojas verdes que hay, parecen árboles de navidad adornados con cabras, es una estampa singular.
La pista nos conduce a la playa de Aftas, las vistas desde el acantilado son preciosas, al fondo se observan unos locales hechos aprovechando las paredes del acantilado y las barcas están varadas en la roca. Hay dos chicos pescando aprovechando las aguas estancadas en la roca por la bajada de la marea, el mar es una balsa de aceite y desde los alto del acantilado donde termina la pista rodada tenemos una inmejorable vista de buena parte de la costa. Tras un rato de deleite para los sentidos volvemos a subir por la pista hasta encontrar la principal.
Vamos recorriendo las polvorientas pistas, siempre seguimos la principal que va evitando las pequeñas poblaciones que vamos encontrando, la pista termina en una preciosa playa con dunas y un fuerte viento donde se practican los deportes de vela en el mar como el Windsurf o el Kitesurf. Ahora si que se ha acabado, cogemos la estrecha carretera que nos lleva hasta Essaouira.
Llegamos a las 14:00 PM, el impacto es brutal, esperábamos encontrarnos una pequeña población costera y estamos en medio de un caos circulatorio donde intentan cobrarnos por aparcar en cualquier sitio, incluso al pararnos para revisar un mapa para encontrar un sitio al cual huir.
Hacemos un intento en el Hotel Sofitel, hacemos una buena estampa dejando el Cherokee todo sucio con las planchas y la pala en el techo y nosotros con ropas de montaña y botas en un hotel de cinco estrellas, nos piden 2300 DHM por una habitación con desayuno, evidentemente salimos corriendo, al final nos alojamos en el Hotel Riad Mogador por 850 DHM con desayuno. El centro del hotel está presidido por una preciosa piscina, así que después de subir las maletas bajamos y nos pasamos un par de horas tomando el sol y algún baño en la fría agua.
Después nos vamos andando por la playa hasta la medina y disfrutamos de una espectacular puesta de sol con la isla de Essaouira y su Medina de fondo.
Nada más llegar a la Medina comienzan a cerrar los puestos, estamos en Ramadán y es la hora de empezar a comer. Estamos en un sitio famoso por su pescado fresco y barato, pero cosas que pasan nos apetece pizza, así que dicho y hecho, nos sentamos en la terraza de una cafetería y pedimos una pizza y una coca cola, nos gusta disfrutar de la gastronomía local. Estamos como una hora sentados viendo pasar todo tipo de gentes de todos los países, la verdad es que Essaouira nos ha decepcionado un poco, nos levantamos y damos una vuelta por el zoco, en plena ebullición, lleno de vida por todas las calles y callejuelas. Hay cierto ambiente de poca seguridad, pero a lo mejor son sensaciones nuestras por la decepción. Volvemos caminando al hotel.

Sábado 15 de Septiembre de 2007 6:00 AM
Essaouira – Fez 647 Km.
Nos levantamos tranquilamente, sin prisas, la sensación de empezar otro viaje dentro del mismo está presente.

Hoy es el primer día que no haremos pistas, la aventura como nosotros la concebimos ya ha terminado, ya no somos viajeros, estamos adoptando el estatus de turistas, eso no nos agrada pero en algún sitio hay poner el punto final.

Nos dirigimos por carretera de nuevo hacia Marrakech, hoy tenemos muchos kilómetros por delante por las peligrosas carreteras Marroquíes.

Los kilómetros van pasando, nos cruzamos con los vehículos mas variopintos, furgonetas con cargas imposibles, cabras encima de las vacas de los vehículos, lentos camiones que echando un espeso humo por sus tubos de escape transportan todo tipo de mercancías y personas, taxistas kamicaces en sus Mercedes con varios cientos de miles de kilómetros en sus marcadores e inexistentes amortiguadores que nos adelantan exponiéndose y exponiéndonos a un accidente. Definitivamente esto es más peligroso que Playa Blanca. Uno nunca lo recuerda hasta que no lo vuelve a vivir.

Los controles de paso a las entradas y salidas de las poblaciones se multiplican. A la salida de una de ellas vamos circulando un buen rato detrás de una furgoneta que nos obliga a cerrar las ventanillas y poner el aire acondicionado para no respirar el denso y negro humo de su escape, no podemos adelantar ya que tenemos una línea continua y no queremos exponernos a una multa, no llevamos dinero en efectivo, pensamos sacar en un cajero cuando lleguemos a Marrakech.
Así que nos dedicamos a observar el rebaño de cabras que lleva en su vaca y hacerle unas fotos, siempre son curiosas para enseñar a los amigos. De repente veo como la línea continua parece que se torna discontinua y comienzo ha adelantar, en ese momento veo que tan solo era discontinua para indicar un desvío, pero ya estoy a la altura de la furgoneta, sigo adelantando y a lo lejos veo otro control policial, en ese momento veo que nos han cazado y se lo digo a Mari.
Efectivamente al llegar a la altura de la policía un agente se coloca en medio de la calzada y nos da el alto.
- Buenos días, ¿me da la documentación por favor?
- Buenos días, por supuesto
- Sabe por que le he parado, se ha saltado la línea continua
- Eso no es cierto agente, había línea discontinua
- Si quiere puede usted volver y comprobarlo, no hay problema
Le digo a Mari que no hay nada que hacer, el policía tiene razón, la líneas están hechas una porquería y crean confusión pero es lo que hay. En es momento Mari interviene un poco enojada.
- Mire agente llevamos más de cinco kilómetros detrás de esa furgoneta y hemos adelantado en línea discontinua ¡!!!
Inexplicablemente el agente me devuelve la documentación y me dice que podemos seguir, le doy los papeles a Mari y le digo que ni se le ocurra reírse, así que con cara de poker le doy las gracias al policía y nos largamos entre risas, menos mal que no nos han multado, no teníamos dinero para pagar la multa.
Llegamos al caótico Marrakech de nuevo. El contraste es mayor si cabe que el de hace unos días, venimos de zonas en las que estábamos solos y ahora el ajetreo de Marrakech no tiene nada que envidiar al de cualquier capital mundial, sacamos dinero en un cajero y volvemos a coger la carretera dirección Oeste que días antes nos llevaba a Âït Benhaddou, esta vez dejamos el desvío y seguimos rectos dirección Fez.
Va llegando la hora de la comida, pero estamos en ramadán, así que todos los chiringuitos de carretera están cerrados, no queremos probar suerte por las calles de los pueblos, tenemos muchos kilómetros por delante y no queremos perder tiempo, así que paramos en dos cafeterías de gasolinera y no nos quieren servir nada, en una de ellas compramos un pan y seguimos ruta para parar en algún punto del camino y comer de nuestras provisiones. Las opciones no son muchas, de repente el paisaje cambia radicalmente convirtiéndose en una enorme hamada sin ninguna sombra, así que decidimos parar en la siguiente gasolinera para tener sombra. Cuando llegamos, sacamos nuestras viandas y nos disponemos a comer, al lado nuestro se encuentra la sala de oración de la gasolinera de la que no paran de entrar y salir fieles. Es una sensación extraña, algo incómoda, nosotros no estamos de Ramadán y necesitamos comer, los miramos, nos miran, nos da la sensación de falta de respeto cuando es todo lo contrario.
Nos intentamos tomar un café en la gasolinera pero aunque nos los sirven es tan malo que nos vamos sin acabarlo.
Ya de noche cruzamos las montañas de Ifrane, una verdadera pena por que sus bosques de Cedros son preciosos.
Llegamos al caótico Fez, ya estamos de nuevo aquí. Enseguida llegamos al Hotel, después de un pequeño mal entendido con el checking ya estamos de nuevo instalados en otra habitación, el viaje ha sido largo y estamos cansados, así que después de una buena ducha bajamos al comedor y nos deleitamos con una buena cena.

Domingo 16 de Septiembre de 2007 7:00 AM
Fez – Fez 0 Km.

Nos levantamos tranquilamente, bajamos a desayunar y después nos dirigimos a la recepción para contratar un guía que nos lleve a la Medina. Al poco rato aparece un señor de edad avanzada con el que montados en nuestro coche dedicamos toda la mañana a recorrer la Medina, el Barrio Judío y el Mercado berebere en el Barrio Andaluz.
No es la primera vez que venimos, pero las sensaciones de recorrer la Medina de Fez no se pueden explicar, se tiene que visitar y vivir, es una ciudad dentro de la ciudad.
Recorremos los sitios más típicos, algunos conocidos y otros nuevos para nosotros. Hacía el mediodía damos por terminada la visita y volvemos al hotel para irnos a comer a la zona nueva de la ciudad.
Después de una siesta volvemos a bajar a cenar al comedor del hotel y después ya de noche salimos a pasear por la zona nueva. La ciudad está llena de vida, la gente pasea con sus hijos, amigos, familiares, es la hora de regocijo después de todo un día de ayuno.
Volvemos al hotel y preparamos el equipaje para el día siguiente.

Lunes 17 de Septiembre de 2007 7:00 AM
Fez – Ceuta 299 Km.
Nos levantamos tranquilamente y después de un buen almuerzo salimos sobre las 9:15h rumbo a Ceuta. El camino ya es conocido, así que se hace bastante monótono, los constantes controles policiales se siguen sucediendo, todo transcurre con normalidad, ya tenemos claro que no pararemos a comer, no merece la pena el intento, así que vamos picando en el coche mientras seguimos la marcha.
Llegamos a Tetouán y en vez de coger la autopista nueva hacia Ceuta preferimos seguir la ruta de siempre por la carretera que va costeando. Vamos viendo el rastro que han dejado las fuertes lluvias de los últimos días con carreteras y parques embarrados, han debido de ser importantes.
Llegamos a la frontera y entramos en el ya conocido juego de los buscavidas. Hacemos un intento de solucionar el problema de mi pasaporte con el oficial de turno, pero como ya nos temíamos con una sutil sonrisa pasa olímpicamente de nosotros, no se por que teníamos una breve esperanza, ahora me alegro de haber ido hasta Nador a solucionarlo, hubiera sido igual de inútil y hubiésemos pagado bastante más por el Ferry.
Una vez entramos en Ceuta, nos dirigimos a recargar Gasoil hasta los topes, nos comemos un bocadillo de tortilla una cerveza y un café, que bueno!!! Y hacemos las llamadas de rigor a casa.
En la entrada al puerto la policía nos pasa el perro por el coche, es la primera vez que me pasa, debe ser por que como somos pocos tienen tiempo, embarcamos y al poco rato ya estamos en Algeciras.
Nos dirigimos al Hotel Octavio de nuevo y volvemos a dejar el coche en el mismo parking donde lo habíamos hecho 12 días antes y 3414 Km. después. Ahora si se ha acabado nuestro viaje por Marruecos de este año, ha sido intenso, muy intenso, sin duda el mejor que hemos hecho, hemos vuelto a sentir lo que hacía muchos años que no sentíamos, hemos vuelto a conectar con la gente, con el medio, con la aventura, ha sido fantástico…


Datos tecnicos:
Dias de estancia en Marruecos: 12
Kilometros recorridos en Marruecos: 3414
Media de kilómteros diarios: 285
Altura máxima alcanzada: 2620mts (Coll du Tichka)
Altura mínima alcanzada: 0mts Playa Blanca
Vehiculo:
Jeep Cherokee modelo XJ 2.5 TD de 115cv año 2001
Kilometraje del vehiculo a la salida 81.000km
Estado del vehiculo: Perfecto
Averias durante el viaje: 2 Pinchazos de rueda, averia en la cerradura del maletero
Preparación del vehiculo:
4 Ruedas BF Goodrich Mud Terrain en 235/75/15 con 50.000km
2 Ruedas de recambio Goodrich Mud Terrain en 235/75/15
Cambio filtro de combustible
Cambio de aceite y filtro motor
Cambio de filtro de aire
Cambio de aceite diferenciale delantero
Cambio de aceite diferencial trasero con su correspondiente aditivo
Cambio aceite de la caja de transferencia
Cambio de aceite de la caja de cambios
Comprobación amortiguadores en un Servicio Koni
Toma de mechero 12V en el maletero
Material de Rescate y recambio:
4 Amortiguadores Monroe usados con 75% de vida
5L de Aceite de motor
5L de liquido refrigerante
1 Filtro de aire
2 extintores
1 Jerrycan de 20L
2 slingas de rescate
2 grilletes
1 Pala de obra
1 Pala convertible en pico de camping
2 Palnchas de rescate de aluminio
2 Planchas de rescate de hierro
1 Compresor a 12V con pistola y manometro de precisión Hella
Juego de llaves de vaso con carraca
Material electrico diverso (tester, fusibles, cable, conectores, soldador, etc..)
Herramientas diversas ( llaves fijas, destornilladores, bridas, alicates, etc…)
Material de navegación y filmación:
GPS Garmin II Plus sin cartografia
Emisora Presidente Harry
Antena Sirio con base magnetica
Portatil A-Tech
Camara digital Nikon coolpix 5200
Camara digital Epson
Targetas de memoria de distintas capacidades
Material de Acampada:
Tienda Decathlon T3
Sacos de dormir (2)
Juego de sábanas y almohadas
Colchon hinchable
Compresor para el colchón
Fuego Camping gas
Luz Camping Gas
Frontal Ptzel
Material diverso para cocinar

Dani & Mari
Septiembre 2007